EL ARTE DE EVALUAR, DEVALUANDO L a moneda que

EL ARTE DE EVALUAR, DEVALUANDO

L

a moneda que impone su dictadura a la economía del mundo, el dólar, se ha ido devaluando para felicidad de los importadores y desgracia de los exportadores. Unos porque pagan menos por lo que traen del exterior y otros porque ganan menos que antes… Mientras tanto, a los maestros y profesores de esta promesa de país, se les viene sometiendo a un lento, como pérfido proceso de devaluación en el mercado de la oferta y demanda de sus servicios.

Y como en toda economía de “libre” mercado, se les paga lo menos posible exigiendo paralelamente lo máximo en rendimiento, calidad y competencia. Y de la misma manera que se “gerencia” a obreros, mineros o empleados, se intenta también por todos los medios, de romper, desacreditar, debilitar toda organización que permita reclamar mas eficazmente. Es decir a los sindicatos que los representan.

Y los “argumentos” finalmente son también los mismos que en el salvaje mercado laboral, sea informal o no: “si no aceptas mis condiciones, hay 100 esperando afuera”

Con esta óptica economicista queremos orientar el reflector hacia un hecho que se trata  de disimular. Lo que se intenta conseguir con todo este aparato bien marqueteado de evaluaciones, sanciones, obligaciones, calificativos, amenazas, etc. es sobre todo hacer interiorizar una supuesta “verdad” a los maestros, profesores, y mañana a los docentes universitarios. Se les está diciendo que deben aceptar como si fueran leyes divinas, las exigencias del sistema laboral que se practica hoy en EU o China. Es decir, flexibilidad total (cambios de horario, de puesto de trabajo, contratos cortos, nada de nombramientos); inestabilidad y precariedad (despidos en cualquier momento, miedo a perder el trabajo...) Orientado evidentemente para hacer aceptar bajos salarios, y naturalmente a no protestar.

Que los profesionales de la enseñanza y transmisión del saber estén mal preparados, no debería ser una sorpresa. No podían egresar excelentes profesionales de la mayoría de las “fábricas” que han capitalizado y comercializado las ilusiones de encontrar un trabajo con el nivel de “formación que venden”. Y es pura casualidad que este contrabando generalizado y engaño haya sido favorecido estimulado y gestado sin ningún freno bajo el régimen de Fujimori, cuando la corrupción alcanzó el estatuto de valor ético y de eficiencia (No se dice: ¿robó pero hizo obras?)

Tampoco será un gobierno que viene diariamente devaluando toda manifestación, protesta u oposición a su política, (y que casualidad, con apoyo de los congresistas fujimoristas) que EVALUARÁ dignamente a los maestros y profesores. El maltrato seguirá, incluso trágicamente como sucedió con nuestros vecinos, los dos campesinos muertos de Quinua.

(En diario La Calle, Ayacucho,19.03.2008)