PLAZA MAYOR, PARQUE SUCRE, BAR MAYOR… P or mucho

PLAZA MAYOR, PARQUE SUCRE, BAR MAYOR…

P

or mucho tiempo mas seguiremos lamentando que la famosa Plaza Mayor se haya convertido en el BAR MAYOR de Ayacucho para recibir la imagen de la resurrección. Este regalo a los turistas de una cantina abierta junto a iglesias, no habrá sido ninguna sorpresa para los fieles lectores de PAISAJES. En varias columnas insistíamos dudar sobre:

1.- La creencia casi religiosa que los TURISTAS son el futuro y felicidad para Ayacucho. NO, tienen las mismas taras que nosotros y necesitan observar normas mínimas de respeto a la dignidad de los pueblos por donde transitan o se divierten.

2.- En esta sociedad todo se convierte en ESPECTÁCULO. Tanto la política, las elecciones, juicios, como hoy las ceremonias religiosas. Es de nuestra responsabilidad si participamos en ella como obscenos bebedores o mantenemos un mínimo de decoro por respeto a nosotros mismos.

PAISAJES desea aportar algunas sugerencias descabelladas, absurdas y desatinadas, porque al parecer las racionales y “serias” que emitimos desde el 2004 terminan en el basurero. Si, y ANTES de que el próximo año volvamos a patear latas de cerveza, saltar para evitar mojar los zapatos con el perfume de orines y de vómitos y otras exquisiteces que honran a los inquilinos de

la Catedral

, del Arzobispado, iglesia San Agustín y al generalísimo José Antonio Sucre, propongo a las santas comisiones y devotos municipales reflexionar desde ahora a las siguientes medidas:

1.- DECLARAR

LA PLAZA MAYOR

COMO ZONA RÍGIDA O SAGRADA. Del día lunes santo al domingo de Pascua de Resurrección, por lo tanto, lugar prohibido para consumo de toda bebida alcohólica;

2.- Destacar un grupo de policías y serenos en cada esquina para impedir todo intento de entrar con licores o cerveza;

3.- Otro grupo para recorrer permanentemente la plaza y detener todo intento de convertirlo en bar abierto;

4.- Que restaurantes y hoteles que se benefician del turismo colaboren abriendo libremente sus baños a todo el público;

5.- Ofrecer paralelamente espacios alternativos. Si, porque evidentemente existe una innegable necesidad de espacios de convivialidad donde pasar las noches, alrededor de unos vasos o no. Por ello, no basta tampoco simplemente prohibir o reprimir, hay que proponer y acondicionar dichos lugares, provistos de seguridad, baños públicos GRATUITOS y servicios de limpieza inmediata. Espacios que deben ser implementados por las distribuidoras de cerveza que lucran con la semana santa. Por lo tanto, SIN COSTO ALGUNO para la municipalidad. ¿El lugar o lugares? Dejamos a las neuronas de comisiones y servicios respectivos.

Talvez así, separaremos la cerveza del incienso; la meditación religiosa de la hedionda borrachera… ¿Nos acordamos todavía de cierto Jesús botando a los mercaderes del Templo?