HUMO ZERO, TRANSPORTE ZERO, POLICIA ZERO, GESTION
HUMO ZERO, TRANSPORTE ZERO, POLICIA ZERO, GESTION ZERO…
(Diario La Calle, Ayacucho, 23.05.07)
La ciudad de Ayacucho y sus habitantes ya no estamos sentados entre las sillas de Huamanga tradicional y la “moderna” Estamos viviendo el triunfo obsceno de la especie local de pre-capitalismo salvaje. De un liberalismo sin freno, que inclusive en los templos de este sistema (USA o Europa) se escandalizarían de tanta “libertad” para aplastarnos el uno al otro. Comprobamos que nuestro comportamiento mayoritario como ciudadanos, civiles, profesionales, desocupados o trabajadores, obedece a la ley del mas vivo. Y el individualismo, se impone como norma de conducta.
Enfrentamos lo cotidiano con la mentalidad de “hacer lo que nos de la gana” No encontramos mayores límites ni sanciones que hagan reflexionar o frenen esta ley de la selva: favorable al mas fuerte. Evidentemente el motor principal es la falta de trabajo, pese a la generosidad actual de las empresas mineras ¿no es cierto?
Lo TRÁGICO son los resultados como la muerte última en una moto-taxi. Lo GROTESCO es la prepotente permanencia de los locales de expendio, ya no de tragos, sino de desahogos primitivos en que se han convertido los bares y discotecas. Y esto pese al esfuerzo de algunas iniciativas. Al respecto es incomprensible, e inaceptable, la ausencia de la policía en el esfuerzo de poner freno a esta tendencia primitiva de pasearnos por los terrenos de la bestialidad. Si, a eso estamos llegando. Sino, recordemos la actuación salvaje de aquellos estudiantes de la UNSCH que asesinaron a otra joven universitaria.
Sin embargo es inútil seguir golpeándonos el pecho después de cada violencia, accidente o acoso sexual de parte de “docentes” a sus alumnas, como acabamos de escuchar mientras escribimos estas líneas. Es inútil confesarnos y comulgar. Si nosotros mismos frente a un problema, seguimos proponiendo un arreglo a la autoridad, pequeña o grande. Seguiremos siendo hipócritas, cómplices y actores de los dramas de la ciudad,
mientras sea “normal” que una autoridad civil o con uniforme “arregle” una infracción con 5 soles o 500.
Podemos seguir entonando himnos sagrados con la mano en el pecho y desfilando dominicalmente, pero si al día siguiente, continuamos dando o recibiendo arreglos-coimas, seguirán los accidentes. Mientras los vehículos continúen impunemente arrojándonos HUMOS TOXICOS sin que las autoridades tengan el coraje de poner un freno a ello, seguirán los accidentes. SI, porque los dueños de dichos carros particulares y oficiales comprenden que ¡Aquí no pasa nada!! Por lo tanto manejo sin permiso, me estaciono donde me de la gana, corro a la velocidad que se me antoje, trato al pasajero como a un bulto que paga, etc. Total, me costará 5 soles… O muertes a la sociedad.
Difícil no ser pesimistas en este contexto y no parafrasear lo expresado por el personaje de Vargas Llosa en “Conversación en la Catedral”… ¿Cuando se ha jodido Ayacucho?
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