¿ESPERANDO LA SEMANA SANTA… o a los turistas? (En

¿ESPERANDO LA SEMANA  SANTA… o  a los turistas?

(En diario LA CALLE del 28 marzo 07)

(de exposición "para no olvidar" violencia en el Perú)

E

n la pieza de teatro “Esperando a Godot” del Premio Nóbel de literatura Samuel Beckett, los dos personajes principales no hacen mas que conversar cuestiones banales o trágicas, pasando el tiempo, para darse la ilusión de existir… Esperando a alguien que finalmente nunca llegará.

Infelizmente, por ejemplo en cierta tricentenaria universidad, no hay un grupo de teatro que pudiera mostrarnos estas reflexiones sobre el tiempo, la esperanza o el total pesimismo. Mientras también espero que algún día surja ese grupo, fui recordando escenas de esta pieza, montada en Rio de Janeiro, sorprendido que actores repitiendo un libreto, prácticamente sin moverse, podían sacudirnos, emocionarnos. Al recordarnos que finalmente, en la vida, todos estamos en una situación de espera.

Por ello cuando estos días en Ayacucho, autoridades, comercios, transportes, alojamientos esperan la llegada de la Santa Semana; cuando toda Guamanga se prepara para recibirla, siento que muchísimos, esperan en realidad, la llegada de los sagrados turistas. Nuevos “dioses paganos” que traerían bienestar, progreso, desarrollo. Y nos repiten que debemos de recibirlos con los brazos abiertos, para hacer quedar bien Ayacucho, para que vengan aun más el próximo año, etc.

En esta época de viajes profesionales o por necesidades de evasión, cuando vamos a Luricocha, Quinua, Cuzco o más lejos, nos transformamos también en turistas. Por algunos días u horas somos los famosos visitantes que esperamos lleguen por miles a Ayacucho y todos los pretextos son buenos para atraerlos.

Ya alguien había dicho todavía a fines del S. XIX que en el sistema capitalista todo se transforma en mercadería, incluyendo el amor. Entonces no es sorprendente que fiestas o manifestaciones religiosas, también sean, hoy, productos a ser vendidos en “paquetes turísticos” para consumidores, de preferencia adinerados. Quienes en su mayoría, admirarán las procesiones ya no como nuestros ancestros a comienzos de la cristianización, que realmente veían la resurrección de un Dios o de sus dioses ante el anda que coincidía con la salida del sol. Los paganos contemporáneos ya verán estas ceremonias a través del lente de sus cámaras digitales, para almacenarlos, “apropiárselos” y al retornar en sus comarcas, compartir con los amigos entre botellas de cerveza…

Cerveza que igualmente será consumida con fervor (¿debo decir religioso?) en toda la Plaza Mayor, convertida en pista de baile y bar a cielo abierto, esperando el anda que saldrá de La Catedral. Todavía hemos visto esta víspera del domingo de Pascua, cuando eran “los chutos” (antes de los “limeños”) que bajaban de las punas apropiándose de los portales, con sus botellas de cañazo. Igualmente esperando el sol y la imagen resucitada.

La nostalgia no puede detener esta evolución general, pero un poco de visión mas crítica de los nuevos dioses y creyentes no nos haría mal.

                  (iglesia santo domingo, Ayacucho)