MOZART EN AYACUCHO (Por felipe lópez en Diario LA

MOZART EN AYACUCHO

(Por felipe lópez en Diario LA CALLE 1.02.06)

A

yacucho y la música clásica al parecer no se conocen mucho o se ven de muy lejos como si pertenecieran a mundos diferentes, extranjeros uno del otro. ¿Estaría destinada solo para oídos nativos de países “desarrollados” y la música “popular” para oídos menos sofisticados?

Ciertamente que en nuestro medio no tenemos oportunidad para conocer, descubrir o volver a escuchar la música llamada clásica. No sé si en alguna escuela o I.E. los niños y jóvenes escuchan algo de Mozart o Beethoven, ¡Siquiera una vez al año!… ¿O alguna empresa radial transmite este tipo de música? (1)

A pesar de la invasión del Internet, satélite, cable, etc. seguimos ignorando este universo de sonidos que habla simplemente un lenguaje musical distinto al que nos hemos acostumbrado; lenguaje que rápidamente podemos comprenderlo si nos detenemos unos minutos para escucharlo. Toda MUSICA (folklórica, popular, tradicional o clásica) transmite nostalgias, alegrías y sentimientos de la humanidad; por encima del idioma, geografía o régimen político. Es algo que podemos compartir con todo el mundo. La globalización nos da también esta posibilidad: descubrir, apreciar, “apropiarnos” de la producción artística de los pueblos del mundo.

Es cierto que el ruido ambiental de nuestra ciudad “moderna” no facilita descubrirla. Tampoco ayuda “nuestra cultura” de privilegiar el ruido o cuando podemos conversar solamente con música fuerte ya sea en restaurantes, viajes o reuniones (…de otra manera nos sentimos incómodos) En cambio la música clásica es sutil, llena de melodías sin prisa, con matices, silencios, sorpresas... Es decir, requiere ESCUCHARLA por si misma y no como un fondo para disimular el ruido de la calle, o nuestra falta de comunicación verdadera con los que nos rodean.

Últimamente casi por casualidad hemos escuchado hablar de MOZART con motivo de los 250 años de su nacimiento que merece celebraciones a nivel mundial. Mozart pertenece hoy a todo el mundo. Sin embargo en la Huamanga poluida nos es extraño, no lo conocemos, menos lo apreciamos. Es como si “nuestro” MACHUPICCHU, obra genial de la arquitectura universal no le interesara a nadie fuera del Cuzco. Los paisanos de otros departamentos y los extranjeros tienen que desplazarse de muy lejos para admirarla y tener el privilegio de sentirse cerca y palpar visualmente lo que es capaz de hacer el hombre.

Para escuchar una obra de Mozart no hace falta viajar o gastar demasiado. Solo abrir nuestra curiosidad, buscarla y sentarnos un momento para “recibirla”; dejarnos impregnar por sonidos nuevos y lentamente escucharemos nuestras mismas inquietudes, alegrías o angustias expresadas de otra manera.

Todo esto hará que finalmente apreciemos aun más nuestra propia música, sin ir muy lejos. Además la música de Mozart y el chimaicha de Chuschi o el charango no son muy diferentes si las escuchamos sin sectarismos o dogmas culturales.

(1) Estación WARI transmite música tradicional de todo el mundo los sábados de 12 a 1 p.m.